Me crié en un pueblo llamado La Esperanza, en el campo… en una humilde casita rodeada de huertas de papas, ciruelos, castaños y zarzas. La carretera asfaltada acababa justo en la entrada de casa, el resto era camino de tierra, cuatro casitas más y extensas llanuras de verde… Se cultivaba principalmente papa, la esperancera, muy apreciada.
Fue una época muy feliz. En
primavera nos subíamos a los árboles a comer ciruelas amarillas mientras de
fondo mi madre nos gritaba que nos íbamos a poner malas jajaja… Recogíamos
moras de las zarzas en verano y luego preparábamos batidos. Y en otoño estaban
las castañas… ¡qué ricas asadas a la brasa! y qué calorcito más rico daba el
brasero… Ains qué recuerdos… cómo nos divertíamos con tan poco.
Recuerdo una anécdota en concreto
de pequeña… no se… con cinco o seis años, no más. El orégano crecía en los
bordes de las huertas y del camino, frondoso, oloroso y precioso con sus flores.
Mi madre lo recogía en ramos y lo ponía a secar boca abajo. Lo utilizaba mucho,
en guisos y también cuando guisaba papas, nunca faltaba una ramita de orégano.
Un día en que seguramente estaríamos haciendo trastadas, nos mandó a por orégano, a por un buen ramo. Nosotras todas contentas dedicamos toda la mañana a ello. De vuelta recuerdo la risa de mi madre al vernos entrar a la cocina y entregarle nuestra colecta “jajaja… pero si esto no es orégano… pero bueno, el ramo está muy bonito” y lo puso en un jarro con agua en la cocina como centro de mesa mientras comíamos pollo en salsa con papas para almorzar.
Un día en que seguramente estaríamos haciendo trastadas, nos mandó a por orégano, a por un buen ramo. Nosotras todas contentas dedicamos toda la mañana a ello. De vuelta recuerdo la risa de mi madre al vernos entrar a la cocina y entregarle nuestra colecta “jajaja… pero si esto no es orégano… pero bueno, el ramo está muy bonito” y lo puso en un jarro con agua en la cocina como centro de mesa mientras comíamos pollo en salsa con papas para almorzar.
La receta de hoy es un poco homenaje a esa época, de campo, especias y olores. El majao y el adobo siempre estuvo muy presente en la cocina de mi madre y lo recuerdo con mucho cariño. Y en eso se basa este plato, en una carne macerada 24 horas en ajo, pimentón, tomillo, laurel y como no, en orégano.
Mmm... dorando el pollo se desprenden tantos aromas... me evaden irremediablemente a aquella época de mi vida tan feliz donde con poco nos sentíamos muy afortunados.
Y sin más dilación aquí os dejo mi receta...
Ingredientes:
- 4 Muslos de pollo
- 4 Tomates pequeños
- 1 Cebolla mediana
- 150grs de pimiento rojo
- 150grs de pimiento verde
- 4 Dientes de ajo
- 500ml de vino blanco
- 250ml de agua
- Orégano
- Tomillo
- Pimentón dulce
- 2 hojas de laurel
- Aceite de oliva
- Pimienta molida
- Sal
- Perejil para decorar
Elaboración:
- Quitamos la piel a los muslos de pollo y los partimos a la mitad por la articulación. Los salpimentamos y los metemos en un caldero grande.
- Ahora añadiremos encima de la carne los cuatro dientes de ajo triturados, las dos hojas de laurel, una cuchara colmada de orégano, otra de tomillo, otra de pimentón y rociamos todo con 500ml de vino blanco. Ya tenemos listo el adobo.
- Tapamos y dejamos macerar 24 horas en la nevera, para que la carne se impregne bien de los aromas. En la foto de los ingredientes el pollo ya aparece troceado, limpio de piel y macerado ; ).
- Cuando la carne haya adsorbido todos los sabores la doraremos en una sartén con aceite y reservamos.
- Colamos el adobo de especias y vino, y lo reservamos también.
- Ahora haremos un sofrito. Picamos la cebolla y la rehogamos con un poquito de sal un minuto, en la misma sartén donde doramos el pollo.
- Lavamos los pimientos, los picamos y los añadimos a la sartén con la cebolla. Rehogamos un par de minutos.
- Mientras pelamos los tomates. Para que te sea más fácil introdúcelos unos segundos en agua hirviendo para que se les ablande la piel. Los troceamos y los añadimos a la sartén. Rehogamos a fuego medio unos cinco minutos.
- Cuando esté lista la fritura la pasamos por el pasa puré y la trituramos. Yo en mi caso la trituré fino porque me gusta más así.
- Añadimos la fritura triturada al caldero con los muslos de pollo.
- Añadimos el salmorejo colado que habíamos reservado.
- Ponemos también los 250ml de agua. Mezclamos bien todo.
- Ponemos el caldero al fuego para que hierva y luego cocinamos a fuego medio/alto unos 30 minutos o hasta que el pollo esté tierno. A media cocción rectificaremos de sal.
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La salsita ya está haciendo chop chop en el caldero... es el momento ser servir la comida. No olvides guisar unas buenas papas para acompañar, en mi caso esperanceras ; ) ¿le has echado ya tu ramita de orégano?
¡Esto está pa' mojar pan!
Vo a dejar de entrar a estas horas en el blog porque no he comido aún y me onéis esas fotos que madre mía!
ResponderEliminarEsta receta me la apunto, que tengo pollo en casa y precisamente ayer estuve pensando en qué gastarlo.
Besos
laseternaspalabras.blogspot.com.es
Jajajaja! Qué graciosa! Esos es importante L.I.M. que entre por los ojos :D Me alegro que te gustara la receta de hoy. No tiene complicación y encima es muy económica...Ah! y está rico rico jajaja
EliminarUn beso!
Que rico y que bonitos recuerdos. Yo también soy de campo y es otra forma de vivir. Hasta ves la vida desde otra perspectiva. Y si esta misma receta tienes la oportunidad de hacerla con pollo crecidos en el campo de rica pasaría a riquísima. La salsa me parece una maravilla.
ResponderEliminarBesinos
Eso es verdad Belen, con pollos de campo imagínate lo sobroso que quedaría!!! Ni punto de comparación. Me alegro mucho de que te haya gustado.
EliminarUn beso!
¡Si señor!!!, pa´mojar pan!!!, porque esa salsita tiene que estar de muerte, y el pollo, macerado ajo, pimentón, tomillo, orégano y laurel....para chuparse los dedos!!. Besos.
ResponderEliminarClaro que sí!!! Tengo que poner ya la receta de un pan de pueblo casero... mmm qué combinación más rica. Ya sólo nos faltaría el vino tinto jajaja.
EliminarUn beso!
Un buen plato para darle honores al pobre y humilde pollo,ya que se esta convirtiendo en la carne por excelencia en casa del parado,una receta magnifica que se come como a mi me gusta con un buen pan de cantos de mi pueblo, te la copio con tu permiso. Un besote y buena semana guapa.
ResponderEliminarY que lo digas Rosa!!! Donde esté el socorrido pollo... una carne blanca, saludable, baja en grasa y baja en precio jajaja pero queda demostrado ser muy versátil. Me alegro que te apuntes la receta ;)
EliminarUn beso!!!
Hola guapa!!
ResponderEliminarTe quedó un plato delicioso, me encantó, la salsita está para morirse!!
Un beso
Muchas gracias Esmeralda, qué alegría que te guste!
EliminarUn beso :D
Hola!! Vaya plato mas rico, tiene una pinta buenísima! Y la salsita tremenda!! Besoss
ResponderEliminarHelena qué bueno que te hayas pasado.
EliminarUn besote grande.
Hola, chicas! Acabo de llegar a vuestro blog y me ha encantado las recetas que he visto. Tiene todo una pinta exquisita... Así que, sin dudarlo, me quedo como seguidora vuestra!
ResponderEliminarOs invito también a conocer mi blog y a uniros a él si os gusta:
http://micocinitadejuguete.blogspot.com.es
Un saludo desde Granada! Nos seguimos visitando!
Hola Tytania!!! Bienvenida, es todo un honor :D y muchísimas gracias por quedarte, no sabes la ilusión que nos hace. Por supuesto hemos visitado tu blog y nos ha encantado :D :D :D Esas albondigas suecas estan de muerte... y que se quiten las de ikea jajaja me apunto la receta que tiene una pinta espectacular y nos quedamos pendientes de tus proximas recetas :D Por allí nos quedamos!!!
EliminarUn gran beso!
Hola Sandra, te ha quedado un pollo y una salsita muy buena, con ese sabor de hierbas que recuerdan al campo una delicia y muchos recuerdos para ti.
ResponderEliminarBesos
Cocinando con Montse
No hay nada como cocinar algo rico y entrañable... Gracias Montse :D por pasarte.
EliminarUn abrazo!
¡Qué linda historia para acompañar tu receta! El campo, tus recuerdos de niñez, las recetas de tu madre... ¿Verdad que hay aromas que nos remiten de inmediato a una historia que nos caldea el corazón? Me encantó.
ResponderEliminarUn beso grande.
Qué te llegué así como a mi es lo importante... no son sólo recetas son mucho más y tú también lo sabes porque tu blog lo trasmite.
EliminarBesotes y gracias!
que bueno todo, la historia, la receta como lo cuentas todo que incluso sabe todo más rico y ese pollo tiene una pinta fabulosa!!!! Un saludo.
ResponderEliminarHola Luna! Qué alegría tenerte por primera vez y que te quedes :D y más qué te gusten mis vivenvia de niña jajaja Muchísimas gracias!
EliminarUn besazo!
Pero que bueno!!! se ve muy apetitoso y la historia que lo precede muy tierna. Un saludo
ResponderEliminarMe alegro que te guste Mª Luisa!!! :D y mucho más me alegra que te quedes... ¡¡¡Bienvenida!!!
EliminarUn beso.
Que bien te ha quedado esos muslos con esa salsa que le da una vistosidad increible y en el que nuevamente haces ver que la cocina es bonita cuando se hace con cariño
ResponderEliminarGracias Jose Carlos! qué detallazo por tu parte :D
EliminarUn beso!
No me extraña que éste pollo campero te haya quedado super jugoso, le has hecho una salsita de lo más rica... vaya pintaza tiene en el plato! y las fotos de paso a paso... geniales!
ResponderEliminarhttp://mibloguicodecocina.blogspot.com.es/
Gracias Mar! Tu visita y tus comentarios son siempre una alegría para nosotras :D
EliminarUn besote guapa!